martes, 30 de junio de 2009

Capítulo 3 La naturaleza del enamoramiento


Capítulo 3

La naturaleza del enamoramiento

Por Iván Rodrigo García Palacios

La mejor propuesta a cerca de la naturaleza del enamoramiento que he conocido es la desarrollada por Francesco Alberoni (1) y a ella remito a los interesados en ampliar aquellos aspectos relacionados con mi análisis, interpretación y dotación de sentido, sobre ese extraordinario, pero ignorado y estigmatizado, estado natural en el desarrollo de la vida humana.
A diferencia de Francesco Alberoni, quien no lo señala, pienso que el enamoramiento es un estado natural de trasformación que se sucede por imperativos y necesarios motivos biológicos, fisiológicos, mentales y culturales, necesarios en la evolución del Homo-Humano y que hace parte de la evolución de la vida. Ese es mi punto de partida.
Desde el principio y hasta ahora, todo organismo vivo rige sus relaciones consigo mismo y con el mundo a partir de dos mecanismos reactivos, sensoriales y primordiales: atracción y rechazo, placer y dolor. Se une o devora a aquello que le produce agrado y rechaza o destruye a aquello que le produce malestar. A partir de estos dos mecanismos y a medida que el organismo se hace más complejo, se han desarrollado todos los demás mecanismos biológicos, fisiológicos y culturales que promueven la evolución, la supervivencia, la reproducción y la adaptación, de los organismos sobre la tierra hasta alcanzar el más alto grado de complejidad en un cuerpo: el cerebro y la mente humanas.
Para una mejor comprensión de estos asuntos, remito al libro del neurobiólogo Antonio Damasio, En busca de Spinoza. Neurobilogía de la emoción y los sentimientos (2).
Obviando una revisión al proceso evolutivo de la vida en la tierra, escrito y descifrable en la naturaleza, parto de la naturaleza del Homo-Humano actual para tratar de responder a las preguntas claves de mi exploración: ¿Qué es el enamoramiento? ¿Por qué y para qué el Homo-Humano se enamora?
Mi hipótesis descabellada sobre la naturaleza biológica, fisiológica, mental y cultural del enamoramiento considera, como se ha demostrado, que el cerebro es plástico y que sus procesos de desarrollo y trasformación se mantienen activos y dinámicos desde el principio hasta el fin de la vida del Homo-Humano, así de muchos de ellos todavía se desconozcan las causas, desarrollos y efectos que los producen y sus consecuencias.
El funcionamiento y desarrollo del cuerpo, del cerebro y de los procesos cerebrales, se realiza a partir de la plasticidad del cerebro, de los circuitos neuronales, de los procesos físico-químicos y la homeostasis (3), los cuales reaccionan ante condiciones y experiencias internas y externas, las que actúan como condicionantes o disparadores del desarrollo, funcionamiento y bienestar, del cuerpo y del cerebro mismo y de sus procesos, algunos de ellos programados biológicamente y otros, en respuesta a necesidades exteriores, porque ha sido demostrado que el cerebro y el cuerpo no sólo son alterados por situaciones internas y externas emergentes, sino que, en ciertas condiciones específicas, estas situaciones provocan cambios de adaptación más profundos y permanentes en ellos y en el mundo. Cambios que son lentos y aleatorios (siempre y cuando no se realicen intervenciones artificiales) en el ámbito de la evolución biológica y cambios que son rápidos y deliberados en el ámbito de la cultura.
Para explicar lo anterior, es necesario tener en cuenta que todas las manifestaciones y expresiones de los organismos vivos están dirigidas imperativa y automáticamente hacia la supervivencia con bienestar (homeostática), lo cual funciona a partir del mecanismo biológico de reactividad al placer y al dolor: atracción-rechazo de estímulos internos y externos y por la acción de mecanismos y procesos simples y complejos que actúan simultáneamente, según la sencillez o complejidad del organismo.
Estas reacciones, de lo simple a lo complejo, son:
1. Respuestas inmunes, reflejos básicos, regulación metabólica.
2. Comportamientos de placer y dolor.
3. Instintos, apetitos y motivaciones.
4. Emociones.
5. Sentimientos. (4).
Las reacciones de ese mecanismo biológico de reactividad al placer y al dolor son interpretadas por el cerebro y la mente y se manifiestan por un amplio repertorio de reacciones de doble vía en las que están involucrados aspectos fisiológicos, emocionales, sentimentales y culturales, algunas de ellas son:
ganancia > < pérdida / tranquilidad > < miedo / alegría > < tristeza / satisfacción > < frustración / vida > < muerte / crecimiento > < detrimento / oportunidad > < peligro / gusto > < disgusto / defensa > < ataque, etc.
Ahora bien, como cada organismo reacciona de manera propia, individual o colectivamente, es a partir de ello que se originan la individualidad y la cultura. Pero ese es otro asunto.

***

El enamoramiento es, en ese contexto, el estado resultante y sensorial que se produce al momento de una transformación cerebral, neuronal y corporal, específica y en respuesta a unas necesidades y a unas circunstancias y condiciones particulares tanto interiores como exteriores.
De esa manera, es necesario considerar el enamoramiento como un fenómeno universal, pero su causa, ocurrencia y consecuencias, es particular tanto para mujeres y hombres, como de un individuo a otro y así como en el y al momento de su ocurrencia.
Si bien es cierto que el desarrollo saludable del individuo conlleva un desarrollo saludable del cuerpo, del cerebro y de la mente, también es cierto que algún tipo de actividades, eventos o estímulos extraordinarios producen trasformaciones, cambios y alteraciones predeterminados, necesarios, deseados, traumáticos o fortuitos.
Las actividades, los eventos y los estímulos deseados producirán las trasformaciones y los cambios a voluntad del individuo que desea vivir de acuerdo a un satisfactorio y gozoso estado de salud y ánimo, porque, de lo contrario, en los individuos que carecen de ánimo lúdico y de una visión luminosa de sí mismos, su cuerpo, su cerebro y su mente, se vuelven rígidos, anquilosados, obsoletos y frágiles... y, después, la muerte.
Las trasformaciones y cambios que necesariamente afectarán el cuerpo y el cerebro del individuo, así estos no sean todavía exactamente precisables en su totalidad, si permiten ser explorados desde la experiencia y la observación cuidadosa e intuitiva, para su estudio y conocimiento.
Y es en este punto donde se conectan la naturaleza biológica, fisiológica, mental y cultural, con la totalidad de la naturaleza del Homo-Humano, una naturaleza que lo ha condicionado a que su cuerpo, su cerebro y su mente tengan que crecer y desarrollarse de menos a más, así como de adaptarse y protegerse de aquello que los amenaza, es por ello que también tienen sufrir y gozar los efectos y las consecuencias de esos proceso de desarrollo y expansión, así como de supervivencia.
Por esos motivos, todavía desconocidos de la mecánica cerebral, pienso que en algún momento el cerebro se siente estrecho o limitado en su espacio y en su funcionamiento y, como los animales que cambian de piel, siente la necesidad de expandirse, de trasformase. En tal estado, todo el organismo se siente desasosegado y, a diferencia del animal, en lugar de arrancarse físicamente la piel, cae en lo que Alberoni denomina “Estado naciente”, un estado durante el cual se producen nuevos procesos parciales y localizados de trasformación corporal, cerebral y mental, de conformación de nuevos circuitos neuronales, así como de otros procesos de cambio cerebral y fisiológico y, por supuesto, de trasformación de la mente.
Interpretando mis propios recuerdos y experiencias, me acuerdo de aquellos estados de desasosiego o intensa alegría que me afectaban en mi primera infancia y los que, la mayor parte de las veces, eran producidos por mi impotencia ante sucesos del mundo o por la revelación maravillosa de algún misterio, por ejemplo: la lectura y la escritura, así como también esa intensa alegría al momento de entender o descubrir un misterio cuya ocultación me desasosegaba. Son esos estados los que ahora se me ocurre conectar con los sucesos en los procesos de trasformación cerebral, con la trasformación y conformación de mis viejos y nuevos circuitos neuronales.
Sería posible preguntarse si esos momentos de desasosiego e intensa alegría -infantiles o adultos, aparentemente inexplicables-, son, además, la consecuencia y el resultado de eventos cerebrales y/o en el proceso de las trasformaciones cerebrales, mentales y corporales que se producen en el Homo-Humano a lo largo de su vida.
Y que, pensando en todo esto, es posible que el enamoramiento sea ese estado de transformación y cambio que se desata, en el momento oportuno ante la visión de una mujer o de una idea, de una imagen o de una actividad o de comprensión de un misterio, "un algo inexplicable", que maravilla y pasma.
Sólo aquellos que son como los niños gozarán de muchos enamoramientos, los que no, se anquilosan y mueren en vida.

NOTAS

(1) Francesco Alberoni, Enamoramiento y amor, Gedisa, Barcelona, 1982.
---- Francesco Alberoni, El primer amor, Gedisa, Barcelona, 1996.
---- Francesco Alberoni, Te amo, Gedisa, Barcelona, 1997.
---- Francesco Alberoni, El misterio del enamoramiento, Gedisa, Barcelona, 2004.
(2) Antonio Damasio, En busca de Spinoza. Neurobilogía de la emoción y los sentimientos, Crítica, Drakontos, Barcelona, 2009.
(3) Antonio Damasio, En busca de Spinoza. Neurobilogía de la emoción y los sentimientos..., p. 34.
(4) Antonio Damasio, En busca de Spinoza. Neurobilogía de la emoción y los sentimientos..., p. 40 y ss..

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